Sunkissed: el efecto que da un glow natural a tu piel 

Existe un tipo de glow especial que a todas nos gusta lucir en cualquier época del año pero especialmente en verano. Hablamos del efecto sunkissed: ese toque dorado, saludable y ligeramente bronceado que hace que tu piel parezca recién besada por el sol pero sin que tener que pisar la playa. 

En los últimos años, el maquillaje sunkissed ha pasado de ser un truco de pasarela a convertirse en el look comodín de quienes quieren verse radiantes sin parecer que llevan una tonelada de producto encima. Es ese punto medio perfecto entre “me acabo de levantar así” y “he tardado 45 minutos en lograr este maquillaje casual”. 

¿Cuál es el significado de “sunkissed”? 

“Sunkissed” significa literalmente “besada por el sol”. Es una forma poética de decir que algo (normalmente la piel, el pelo o hasta una prenda) tiene un toque cálido y luminoso, como si el sol hubiera hecho su magia justo en los lugares correctos. 

Cuando hablamos de piel sunkissed, nos referimos a ese tono dorado natural que aparece después de pasar una tarde bajo el sol: mejillas ligeramente sonrojadas, nariz con un toque tostado, brillo saludable en los puntos altos del rostro. En pocas palabras, una vibra de verano eterno, incluso si estás en pleno invierno o encerrada en la oficina. 

Qué es el efecto sunkissed en maquillaje 

El maquillaje sunkissed busca imitar ese efecto natural que deja el sol en tu piel, sin necesidad de arriesgar tu salud ni enfrentarte a los rayos UV. La clave está en jugar con tonos cálidos, texturas luminosas y una aplicación estratégica. 

No es un look cargado. Al contrario, es ligero, fresco, y su mayor poder está en parecer que no te has esforzado demasiado. Se enfoca en resaltar las áreas del rostro donde el sol pegaría naturalmente: mejillas, nariz, frente y mentón. Para todas las que tienen dudas sobre cómo maquillarse en verano: esta es la clave. 

Este estilo es ideal para todo tipo de pieles y edades, porque realza en vez de cubrir.  

Maquillaje sunkissed paso a paso 

¿Lista para conseguir ese look de “vacaciones perpetuas”? Aquí tienes la guía definitiva para lograr un maquillaje sunkissed sin complicaciones. 

Paso 1: Preparar la piel 

Todo buen maquillaje empieza con una buena base. Y no hablamos del producto, sino de la piel misma. 

Antes de pensar en colorete o bronceador, necesitas hidratar. Usa una crema ligera o un gel hidratante que deje la piel jugosa pero no pegajosa. Si tienes la piel seca, añade unas gotas de aceite facial para lograr ese acabado glow desde el primer paso. 

Después, aplica un primer iluminador. No es obligatorio, pero ayuda mucho a que todo el look tenga esa luz desde dentro que es clave en el efecto sunkissed. 

Paso 2: Base, polvos y colorete 

La base debe ser ligera. Piensa en una BB cream, una base con acabado luminoso o incluso un tinte hidratante. La idea es unificar el tono, no cubrir cada poro. Si tienes imperfecciones que quieras tapar, mejor corrígelas puntualmente con un corrector

El bronceador es tu mejor aliado. Opta por uno en crema o polvo con subtono cálido, y aplícalo en los puntos donde el sol toca naturalmente: parte alta de la frente, sienes, pómulos, nariz y un poco en la barbilla. Difumina bien, nada de líneas marcadas

El colorete, mejor si es en crema o líquido, debe tener un tono coral, melocotón o rosado cálido. Aplícalo generosamente en las mejillas, llevándolo un poco hacia la nariz. 

¿Polvos? Solo si eres de piel grasa o si hace mucho calor. Usa una brocha grande y apenas toca la zona T para mantener el glow en el resto del rostro. 

Paso 3: Maquillaje de ojos para un efecto sunkissed 

Aquí la clave es la simplicidad. Nada de eyeliners gráficos ni sombras de ojos intensas. 

Elige un maquillaje en tonos tierra, dorados o cobrizos para los párpados. Puedes usar una sombra en crema o incluso el mismo bronceador. Difumina bien para que se funda con la piel. Si quieres darle más luz, añade un toque de iluminador en el lagrimal. 

Utiliza máscara de pestañas pero sin exagerar. Una o dos capas son suficientes para definir sin endurecer la mirada. 

Si quieres definir un poco más, puedes usar un lápiz marrón difuminado en la línea de las pestañas superiores. Nada demasiado pulido: el look sunkissed siempre apuesta por lo natural. 

Paso 4: Labios perfectos 

Para los labios, menos es más. Apunta por bálsamos con color, tintes labiales o labiales cremosos en tonos nude, coral, terracota o rosado cálido. El acabado jugoso gana puntos, así que puedes aplicar un gloss en el centro para más volumen. 

Evita los labiales mate o de tonos muy fríos: no combinan con el calorcito que transmite un look sunkissed. 

Un truco extra: si has usado colorete en crema, aplícalo también en los labios para un efecto monocromático sutil pero súper armonioso. 

Paso 5: Fijación 

Para sellar todo sin quitarle vida al look, usa un spray fijador con acabado glow o hidratante. Olvídate de los sprays matificantes que apagan la piel. 

Un par de rociadas y listo: tienes un maquillaje sunkissed que parece espontáneo, fresco y súper favorecedor. 

El efecto sunkissed representa el equilibrio perfecto entre técnica y naturalidad y es una forma de decirle al mundo que te ves bien, te sientes bien, y no necesitas que el sol te queme la cara para brillar. 

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