Maquillaje de zombie: cómo hacerlo paso a paso

En esta espeluznante época del año, el disfraz de zombi se convierte nuevamente en uno de los más populares, sobre todo entre los más pequeños. No resulta nada extraño, pues se trata de una idea sencilla y fácil de hacer, y a los niños les encanta. Eso sí, para que el resultado sea todo lo terrorífico que debe ser, se necesita un buen maquillaje de zombie. ¿Quieres aprender a hacerlo? ¡Acompáñanos y descúbrelo!

¿Cómo es un maquillaje de zombi sencillo?

Una de las grandes ventajas de hacer a este tipo de personaje es que no tiene por qué quedar perfecto. De hecho, todo lo contrario. Después de todo, ¡son muertos vivientes! Así que, relájate y déjate llevar. Ya te adelantamos que es muy sencillo y, con muy poco, lograrás un excelente resultado. Aquí tienes el paso a paso.

PASO 1 – Hidrata. Con la piel limpia y seca, distribuye una capa de crema hidratante por el rostro del niño o niña. Piensa que la pintura que apliques puede resecar su piel, así que de esta forma la estarás protegiendo y facilitarás la posterior retirada del maquillaje.

PASO 2 – Aplica la base. Para la base, utilizaremos una pintura facial blanca. Ayúdate con una esponja para distribuirla por toda la cara, las orejas, el cuello y cualquier porción de piel que vaya a estar a la vista. No es necesario que quede una superficie demasiado opaca y homogénea, sino darle a nuestro pequeño zombi ese aspecto pálido propio de los muertos vivientes.

PASO 3 – Haz las ojeras. Con una sombra azul oscura y la ayuda de un pincel suave haremos las ojeras. Toma una pequeña cantidad de producto, sacude el exceso y aplica debajo de los ojos para crear el efecto deseado. Una vez depositado el producto, puedes utilizar los dedos para difuminar aún más. Agrega un poco de marrón oscuro justo debajo de la línea de pestañas y difumina bien para darles más profundidad y conseguir un buen degradado.

PASO 4 – Marca los detalles. Usa la misma sombra azul para hacer el resto de los detalles. Perfila la forma de las clavículas y el cuello, marca arrugas verticales sobre los labios y dale profundidad a la nariz. Y ya sabes, difuminar es la clave. Trabaja por capas y ve agregando intensidad poco a poco.

PASO 5 – Añade el toque sangriento. ¿Qué sería de un zombi sin un poco de sangre? Para este paso necesitarás un pincel finito y sangre falsa, aunque puedes lograr el mismo efecto con otras cosas que tengas por casa. Por ejemplo, pintura facial, delineador o incluso alguna barra de labios líquida de color rojo intenso. Con la pintura roja dibuja algunas heridas por la cara, añade un poco de falsa sangre también alrededor de las comisuras y, ¡listo!

Para retirar el maquillaje deberás tener en cuenta su formulación y emplear los productos limpiadores adecuados en cada caso. Es importante no irritar la piel de los niños a la hora de retirar la pintura y dejar descansar si es necesario. Una piel irritada hace más complicado eliminar el maquillaje.

¿Qué producto necesitas para hacer un maquillaje zombi?

Convertirte en un muerto viviente es algo que puedes conseguir sin problema con productos que seguro que tienes por casa. Esto es lo que necesitas para replicar este terrorífico look con un maquillaje zombi:

  1. Pintura facial de color blanco. Si no tienes, puedes sustituirla por algún corrector o base de maquillaje que sea de un tono muy claro. Otro truco que te puede servir es usar polvos de talco para aclarar la base. Conseguirás ese aspecto fantasmagórico aprovechando lo que ya tienes.
  2. Sombra de ojos en azul para marcar las ojeras, las arrugas y el resto de los detalles. Puedes complementar con una sombra marrón o negra para dar mayor profundidad y dimensión al rostro.
  3. Sangre falsa. Como te comentábamos anteriormente, este producto es fácilmente sustituible por cualquier otro del mismo color. Puede ser un delineador de ojos, preferiblemente en gel, un lápiz de labios o una barra de labios líquida. ¡La imaginación al poder!
  4. Esponja. Es una herramienta de lo más útil para poder aplicar el maquillaje en la cara. Gracias a la esponja podrás darle la textura que necesitas.
  5. Brochas de diferentes tamaños. Con ellas, harás los detalles. Te recomendamos que optes por una más suelta y suave para la zona de los ojos. De esta forma podrás depositar el color y difuminar sin problema. Para detalles más precisos como, por ejemplo, las arruguitas de los labios, es preferible contar con un pincel más finito y duro.
  6. Por último, el ingrediente principal que necesitarás son ganas de divertirte y pasártelo bien con este proyecto. ¿Te animas?

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Ya has visto que conseguir un maquillaje de zombi es algo muy fácil y que puede quedar increíblemente bien. Con estas nociones que te hemos dado, no te será complicado convertir a tu hijo en todo un muerto viviente. Incluso puedes replicarlo en ti si necesitas un disfraz sencillo de última hora.

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