¿Qué causas provocan la inflamación de las encias?

La sonrisa no es solo una de nuestras cartas de presentación al mundo, también es un signo de buena higiene y salud. Por su parte, las encías tienen un papel fundamental en la estética de una sonrisa, por eso es tan importante mantenerlas en buen estado. Sin embargo, la inflamación y sangrado de encías es un problema muy común.

Por ello, en este post queremos explicarte qué puede estar provocando la inflamación y dolor de tus encías y cómo cuidarlas para que puedas lucir una sonrisa sana y cuidada.

¿Por qué se inflaman las encías?

La causa principal de la inflamación de encías es la acumulación de placa bacteriana. Esta se genera al comer y salivar en los dientes, pero si no se realiza una correcta higiene a diario las bacterias nocivas que viven en nuestra boca pueden infectar las encías causando inflamación.

La inflamación de las encías puede ser un síntoma de gingivitis, que puede derivar en periodontitis. Por eso debe tratarse a tiempo y concienzudamente para evitar que progrese a esa fase más grave que puede causar incluso la pérdida de dientes.

La gingivitis, que se produce por no tener una correcta higiene bucal diariamente, se caracteriza porque las encías pierden su color rosado y se produce inflamación y sangrado de encías tras el cepillado o el uso del hilo dental. Aunque también puede aparecer sangrado espontáneo y un color morado en las encías.

Entre otras causas que pueden provocar inflamación y dolor de encías se encuentra la infección por un virus u hongo, los aparatos dentales o prótesis mal ajustadas, como efecto secundario de algún medicamento, por el embarazo e incluso por sensibilidad a un determinado enjuague bucal o a una pasta de dientes.

¿Cómo prevenir la inflamación de las encías?

Si tienes las encías inflamadas notarás que tienen un color rojo brillante o morado, te sangran al comer o al cepillarte los dientes, tienes sensibilidad y dolor de encías, mal aliento o, si han estado inflamadas mucho tiempo, puedes notar que han ido retrocediendo hasta que han dejado ver la raíz del diente.

Pero ¡hay buenas noticias! La inflamación de encías se puede prevenir fácilmente. En primer lugar, necesitas elegir las herramientas adecuadas para mantener una buena higiene oral. Utiliza un cepillo de dientes de calidad, por ejemplo, si tienes las encías sensibles elige uno diseñado para ello; o un cepillo eléctrico, que permite una limpieza más profunda.

La pasta de dientes también es importante. Escoge una que proteja la boca de la placa bacteriana o alguna específica de encías, como la de Vitis, que inhibe la formación de sarro y aumenta la resistencia de la encía a la inflamación. Incluye también en tu rutina el enjuague bucal antiséptico para eliminar los gérmenes que causan la placa bacteriana, la gingivitis y el mal aliento.

Un limpiador lingual también es una buena opción para una completa higiene bucal, así como hilo dental para arrastrar hacia afuera las bacterias que se depositan entre los dientes. Y lo más importante: cepilla tus dientes como mínimo dos veces al día durante unos dos minutos cada vez.

Con todo esto, tanto tus encías como tus dientes tendrán una buena higiene y salud, por lo que no deberías encontrarte con problemas de inflamación y dolor de encías. Y si lo haces y te das cuenta de que no es por una mala rutina de higiene, acude a un profesional para que detecte qué está ocurriendo. ¡Y a lucir una bonita sonrisa!

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